domingo, 3 de marzo de 2013

Los totalitarismos de entreguerras

Le petit vingtième, 28 de junio de 1934.
Ilustración de Hergé sobre la entrevista de Venecia entre Mussolini y Hitler.

Tras la primera guerra mundial hay un consenso general en Europa: no debe volver a repetirse una calamidad semejante. Y otro bastante difundido: los responsables han sido los viejos políticos liberales, que en vez de resolver los conflictos los han agudizado.

En consecuencia, surgen por doquier las más variadas propuestas para arreglar, de una vez por todas, los problemas del viejo mundo. Todas ellas ofrecen solucionar los problemas políticos, sociales y económicos, y diseñan sociedades perfectas en las que los enfrentamientos y las tensiones habrán desaparecido. Y para llegar a ellas sólo es preciso aceptar y aplicar sus planteamientos.

Pero... Sí, hay un pequeño pero. En todas las sociedades hay individuos y grupos que rechazan estos brillantes planes (a veces la mayoría). Ya sea por malicia, por inconsciencia, o por incapacidad, suponen una rémora, un obstáculo que es preciso superar. Si se les puede reeducar, se les reeduca; si no es posible, se les erradica. Es necesario para el bien futuro de la sociedad, e incluso se les hace un favor: posiblemente su vida no merece ser vivida.

Acaba de nacer el totalitarismo. Es el reino de la utopía (que significa en ningún lugar) en un país concreto y real. Y naturalmente, se convierte rápidamente en distopía.


Eisenstein, Octubre, 1927. Propaganda comunista.

Los materiales básicos para trabajar el tema son:

Leni Riefenstahl, El triunfo de la voluntad (fragmentos), 1934. Propaganda nazi.

Para saber más resultan interesantes, amenas y enriquecedoras estas otras obras (aunque las dos primeras son pura ficción):
  • Orwell, 1984. Inglaterra es parte de un gran estado totalitario gobernado por el Gran Hermano que controla hasta los pensamientos de los individuos. El protagonista intentará escapar de esta situación.
  • Capek, La guerra de las salamandras. Se descubre en los mares del sur una nueva especie de salamandra que resulta ser inteligente. Serán despreciadas y explotadas, pero terminarán por rebelarse. ¿Acabarán con el mundo?
  • Memorias de José S. Brevísimos recuerdos de un pistolero anarquista español, escritos sin intención de publicarlas.

Hergé, viñeta de Tintín en el país de los soviets (1929)

Actividad creativa e investigadora
A continuación incluyo una historieta de Hergé publicada en agosto de 1933. Sus protagonistas, Quick y Flupke (dos gamins de Bruselas), intentan disfrutar de una sesión musical... pero la actualidad parece que se lo va a impedir. Dejando a un lado al científico de la cuarta viñeta tenemos siete dirigentes de siete países fácilmente reconocibles. Identificalos con ayuda de google, resume su actitud ante los problemas políticos del momento, y comenta libremente.


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